Guayana pudo vencer
la oscuridad de sus hijos,
al nacer en su vergel,
la escuela que rige el bien,
y que alumbró sus caminos.
Miranda cubre su entrada,
Bolívar cerca vigila,
el Orinoco la exalta,
el Caroní la bautiza,
el profano que camina,
con su brillo se encandila.
Como madre prodigiosa
su hijo de luz concibe,
y lo cubre con su gracia
comportándose indulgente
Cediendo todas sus prendas,
con su amor resplandeciente
Silente como la brisa
y rapaz como el halcón,
hace frente a la injusticia,
al tirano y al traidor.
Su lema profesa en fuerza
dotes de salud y unión.
Ilustrar la humanidad,
es su sagrado deber,
combatiendo la ignorancia
con las luces del saber,
buscando en la tolerancia
una hermandad florecer.
Luna nueva en noche oscura,
luz de sol en la mañana,
Lucero en toda penumbra
que al navegante acompaña;
es profecía que augura
bendición en la desgracia.
Quien te quiera conocer
solo tiene que tocar,
pero tiene que entender
que si quiere curiosear
su interés va a fallecer
y no podrá progresar.
Cuando tocan ella abre,
y si alguien piden le da;
de ser justo y honorable
en su lar lo acogerá,
retirándole el vendaje,
la visión le aclarará.
De las buenas tradiciones
es antigua y aceptada;
en los ritos y regiones
es referencia obligada;
en las obras de renombres
dignamente acreditada.
Si alguien quisiera tal vez,
deslucir su buen prestigio,
de plano va enloquecer
por no poder conseguirlo,
Nadie puede deshacer
lo que Dios ha construido.
Como es casa de una viuda,
le han intentado humillar,
sin imaginar que nunca,
su honra pueden cimbrar,
Porque el difunto que
insultan,
Es el padre celestial.
En San Félix esta su oriente,
Venezuela el domicilio
Estrella lleva por nombre
Del Caroní su apellido,
con el Ciento treinta y nueve
su numero distinguido.
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