jueves, 17 de octubre de 2013

La Limosna

La Limosna

Lazaro María Perez
(10-02-1822 al 01-05-1892)
Autor del Bellisimo Poema 
"La Limosna" 
Al transitar el saco de beneficencia, en nuestro taller se acostumbra recitar el bellísimo poema llamado “La Limosna”.
Sublimes versos que describen la noble satisfacción que se siente al socorrer al necesitado, al punto de casi sentir la magnánima mirada del ojo que todo lo ve, vigilante de nuestro andar.  La Limosna es una poesía, que el Q:.H:. Benigno Ramirez, a lo largo de mas de 5 decadas de funcionamiento de la Resp:. Log:. Estrella del Caroní N° 139, la adaptó al ceremonial de sus trabajos. El autor de tan bellas letras, que semana a semana nos embelesa con su armónica rima espiritual, es el General “Don Lázaro María Pérez”.


Lázaro María Pérez, nació en Cartagena, Colombia, el 10 de febrero del año 1822, y murió en Vichy, Francia el 1° de Mayo del año 1892. Es el primero de los escritores que hubo en la familia Pérez, familia de pura cepa bogotana y en cuyo seno existieron cuatro escritores de gran valor artístico, escritor de dramas, su obra poética es de extraordinario gusto. Sus dramas son piezas de autentica inspiración romántica, en los que explota los temas medievales y legendarios conteniendo exageraciones, declamación pomposa y una buena dosis de imaginación. Sus dramas: Elvira y la cordelera (Drama de tema Europeo), El Gondolero de Venecia y el corsario negro (estos dos últimos dramas de inspiración romántica). Benemérito cultivador de las letras patrias, fue periodista, militar, científico y autor teatral. Sirvió como oficial de artillería, estudió leyes y se dedicó a la política. En la soledad de una misión en los límites entre Antioquia y Chocó escribió algunas de sus mejores poesías, admirables por “su acentuado sabor a vino de palmeras y heliotropos ribereños.


Lázaro María Pérez y su hijo tuvieron en Bogotá, una firma comercial de agentes de negocios y comisionistas y dirigieron la Librería Torres Caicedo fundada en 1870. Günther Schütz, en su libro “La Gira europea de Los Hermanos Cuervos”, menciona: “Después de la sangrienta batalla de La Donjuana (27 de enero de 1877), de la revolución conservadora de 1876, Pérez logra escaparse con intenciones de ir a Antioquia, pero es descubierto y hecho prisionero en Badillo, conducido amarrado en una pequeña canoa a la estación militar del Banco y luego llevado con grillos a un cuartel de Barranquilla. Transportado a Cartagena, se le destierra en seguida a las Repúblicas del Pacífico, y tanto en el Ecuador como en Perú, se le acoge con muestras de aprecio. Terminada la época de su destierro, Pérez regresa a Bogotá y se dedica a restablecer sus negocios comerciales muy perjudicados durante su ausencia”. Por ser su afición principal, retorno a la política; lo que le significó el nombramiento como ministro del país en Alemania y a los dos años la muerte en Francia. 


Sus poesías, en número de 98, están reunidas con tres de sus dramas en un volumen impreso en París. Algunas de sus obras son: Mes de María, Corona Poética de la Virgen Santísima, Romancero Colombiano, Poesías de Manuel María Madiedo y Poesías de Mario Valenzuela, Obras Poéticas y Dramáticas, Poetas Hispanoamericanos y Semana literaria. Entre sus Dramas podemos citar: Elvira, Teresa, La Cordelera, El gondolero de Venecia, Maga, El corsario negro, Una página de oro, El sitio de Cartagena en 1815 y El reloj de las monjas de San Plácido.

No me fue posible precisar si Don Lázaro María Pérez fue un Q:. H:., ni la fecha exacta cuando escribió la Limosna, pero la mas antigua que pude encontrar está en una publicación del mismo autor en el año 1889 de nombre: Romancero Colombiano. Sin embargo en la compilación de sus obras del tomo de parís le dedica el Poema a su hija, y reza así:
A mi hija,
La Limosna.



Oye, hija mía: cuando el pobre toca
De puerta en puerta mendigando un pan,
Nos lo pide por Dios, y el Dios que invoca
Es el mismo que a todos, pan nos da.
El Padre universal tiene un consuelo
Para todo dolor: y cada bien
Con que socorre al pobre, sube al cielo
Y en densa nube tórnase al caer.
Por eso es su caudal inagotable;
Por eso cada bien abate un mal;
Por eso encuentra pan el miserable,
Por eso el desvalido encuentra hogar
También la caridad en su eficacia
Da una limosna y la reciben dos:
El que la pide, un pan que su hambre sacia;
El que la da, la bendición de Dios.
Y el aturdido mundo no percibe
Quién en esa limosna gana más.
Si el mendigo infeliz que la recibe
O la mano piadosa que la da.
Pero en este dilema no hay razones:
Calcular es lo mismo que sentir:
Si das pan y recibes bendiciones,
¿La dádiva mejor, no es para ti?
San Juan de Dios, que avaro perseguía
Para ofrecerle pan, a la orfandad,
Al ponerlo en su mano le decía:
“¡Gracias por la limosna que me das!”
No olvides, hija mía, la enseñanza
Que encierra el don munífico de Dios:
Si de fe se alimenta tu esperanza,
Busca en la caridad tu galardón
.



Como podemos ver, breves fueron los cambios para adaptarla a nuestra liturgia, sin embargo en otros libros de religión, filosofía y de conductas morales es posible conseguirla en fragmentos, o completa pero dirigida a sus discípulos o integrantes. Pero si bien es importante conocer la raíz no es menos importante cultivar sus frutos; y esta lección espiritual que se recoge en estas letras, es un regalo del cielo siempre y cuando la pongamos en práctica.

Agradezco a todos mis queridos hermanos la atención y paciencia para tratar este tema. Atentamente,


Boris A. Alonzo C.
Comp:. Mas:.



Investigacion en "La Biblioteca Virtual Luis Ángel Arango del Banco de la República de Colombia"   www.banrepcultural.org

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